¿Subió la comida, la ropa, el arriendo y los servicios? Si sentiste que el sueldo o tus ingresos no te alcanzan para comprar el mismo mercado o pagar las mismas suscripciones, debe ser que estás sintiendo el peso de la inflación.
En palabras más tranquilas, la inflación es cuando la plata no te alcanza para lo mismo que te alcanzaba antes. Si antes comprabas 5 panes con $2.000 pero ahora solo te alcanza para 3, es por la inflación.
Hoy, más que hablar sobre las causas, que son un montón, te queremos contar algunos tips para afrontarla: aquí van.
1. Es hora de presupuestar
Todos tenemos diferentes tipos de gastos a lo largo del mes:
- Están los gastos fijos, que son cosas que debemos pagar obligatoriamente cada mes, como la comida o los servicios públicos.
- Los gastos variables, en los que podemos decidir, como la mesada o lo de tomarnos algo los viernes.
- Y el ahorro, que es obligatorio si queremos proyectar nuestra vida hacia algo más que vivir el día a día.
Divide tus gastos en estos tres tipos y compáralos con tus ingresos para ver cuánto te queda libre y cómo optimizarlos. Saber cuánto gastas es el primer paso para que rinda el sueldo en tiempos de inflación.
2.Deja atrás los días de gastar sin saber
Una vez hecho tu presupuesto, es hora de poner lupa en los gastos variables y en la plata que gastas en el día a día. Lleva una lista diaria de tus gastos en un excel, en tu celu y tu cuaderno. También puedes usar los movimientos de Nequi para saber qué compras cada día.
Una vez tengas esa lista, podrás identificar comportamientos que te llevan a malgastar tu sueldo. Ejemplo:
- Gastos hormiga: pequeños gastos como cafés, golosinas o cosas en las que se te va la plata de a poquitos.
- Tendencias en tus gastos: por ejemplo, sueles gastar más los viernes o en los comienzos de cada quincena.
- Gastos emocionales: cosas que compras cuando estás triste o víctima de la ansiedad y que te descuadran en tu presupuesto.
Con esa lista, podrás tomar mejores decisiones en tus finanzas. Por ejemplo, cambiar el café de afuera por una taza con tu propio café en casa. Busca blindarte emocionalmente de los momentos en los que sales a comprar como si no hubiera un mañana.
3. Recicla, reusa y comparte
En tiempos de inflación, compartir es la revolución. Sal de todas aquellas suscripciones a servicios que no estés utilizando. Algunas ideas acá:
- Si tienes varias suscripciones a servicios de streaming o de almacenamiento en la nube: prioriza y quédate con la que más valor te aporte. Ahórrate las demás.
- Si estás en el gimnasio, pero no asistes regularmente, cámbialo por un parque y haz una rutina de ejercicios en casa o al aire libre.
- Si lo que subió fue la ropa, entonces es hora de pensar en la moda circular, una tendencia que te permite comprar de segunda o incluso, modificar tu ropa o intercambiarla con familiares o personas de confianza para darle un toque nuevo.
- Arma estrategias para ahorrar servicios públicos: evita los cargadores de dispositivos electrónicos conectados sin un propósito, deja bien cerrada la nevera, dúchate en menos tiempo y lava tu ropa en procesos ecológicos de tu lavadora.
- En la medida de lo posible, comparte el carro, usa bicicleta o transporte público. Si tienes alternativas más baratas de transporte, evita el uso de carro.
4. Cuidado con las deudas
Los préstamos pueden ser una gran herramienta para apalancar tus proyectos. A la hora de pedir uno, pregúntate si de verdad lo necesitas. Pedir un préstamo para un emprendimiento o para estudiar puede traerte beneficios a largo plazo. Pero definitivamente, no es un buen momento para endeudarse con un viaje o para un capricho momentáneo.
La razón: para combatir la inflación, el Banco de la República ha subido las tasas de interés, lo que deja como consecuencia, deudas más costosas.
Si ya tienes deudas, te recomendamos revisar los extractos de las obligaciones que tengas vigentes y verificar si cuentas con tasas de interés variables. Si tu presupuesto te lo permite, haz abonos a capital (pagos adicionales) a las deudas que tengan este tipo de tasa.
5. La inflación no es la misma para todos: combate la tuya
Aunque medimos la inflación por un porcentaje, la inflación no es la misma para todos. En realidad, existen productos que por diferentes causas suben de precio y que ayudan a definir el porcentaje general.
Entonces ¿cómo saber cuáles precios están variando y causando inflación? Cada mes, el Dane publica la lista de servicios producidos más comprados por los colombianos y sus variaciones de precios. Esa lista incluye:
- Alimentos y bebidas.
- Bebidas alcohólicas y tabaco.
- Ropa.
- Alojamiento y servicios.
- Muebles y cositas pal hogar.
- Salud.
- Transporte.
- Comunicación.
- Entre otras cosas.
Esa lista, llamada, IPC, la puedes consultar aquí:
Con esta info puedes ver qué precios están subiendo ¿Para qué te sirve saber qué está caro? Pues reemplazar esos productos por cosas menos caras. Los economistas le dicen a esto: «bienes sustitutos”. El en palabras simples, se trata de darle un nuevo aire a lo que consumes.
- Si está cara la carne, reemplaza la proteína.
- Si están caras unas verduras, reemplázalas por otras.
- Si está caro el café… no sabemos qué decirte, busca un nuevo trabajo porque el café es irremplazable 😉
6.Usa el viento a tu favor
Aunque es un fenómeno bien difícil de combatir y que afecta a mucha gente, no todo es negativo. Por ejemplo, para frenar la inflación, el Banco de la República suele subir las tasas de interés, lo que significa que pagarás más por cualquier crédito que pidas, pero también que ganarás más en inversiones como CDT’s. Si tienes ahorros, es hora de invertirlos.
Por último, que la inflación no te desinfle: los malos tiempos, como todas las cosas, pasan y hacen parte de la vida y la inflación es un fenómeno natural. Más que evitarlos, hay que aprender a surfear sobre ellos.