Hablemos de economía: ¿gastamos con la razón o la emoción?

Educación financiera
Estilo de vida

Podemos contar cuántos goles mete nuestro equipo… pero no por eso diríamos que el fútbol es sobre números.

Y podemos contar los abrazos que hemos dado en la vida… pero no por eso diríamos que el amor es sobre números.

Así pasa con la economía.

Que se pueda medir, no quiere decir que sea una ciencia exacta.

Nuestras emociones juegan un papel importantísimo en cómo manejamos la plata. La economía del comportamiento habla de esto y entenderla puede ayudarnos a tomar mejores decisiones financieras.

¿O por qué crees que algunas veces preferimos pagar un monto muy alto con tarjeta de crédito que con efectivo? ¿Por qué si recibimos una pequeña herencia la gastamos, pero si es grande mejor la invertimos?

Según la economía del comportamiento, tratamos muy diferente a la plata, según su origen o destino.

Veamos algunos casos y ejemplos

1. Aversión a la pérdida:

Un gran filósofo colombiano decía que perder es ganar un poco… Pero según la economía del comportamiento, cuando ganamos lo mismo que perdemos, nos duele muchísimo más perder.

O sea, sentimos más dolor al perder $1.000, que placer al ganar los mismos $1.000.

Ejemplo:
Una tienda quería cuidar el planeta y que sus clientes usaran menos bolsas plásticas. Primero les dio $1.000 por cada compra sin bolsa y después empezó a cobrar $1.000 por cada bolsa que querían usar. ¿Cuál crees que tuvo más éxito? Si dijiste cobrar, adivinaste. Las personas solo reaccionaron al dolor de perder $1.000, no a la alegría de ganarlos.

¿Cuál es la enseñanza?:
Duele menos comprar con tarjeta de crédito, porque no estás viendo la plata que gastas, como sí pasa con el efectivo. Pero al analizarlo bien, con tu tarjeta de crédito pagas lo mismo (o más).

¿Qué tal si llevas registro de lo que gastas en digital? En Nequi por ejemplo, así no pierdes de vista ni un peso

2. Nivel de riesgo:

¿Te arriesgas? La economía del comportamiento dice que no lo harás… Le tenemos miedo al riesgo y la verdad, es que no siempre es malo.

Ejemplo:

Si te dan dos sobres sin saber qué hay adentro: uno con $100.000 pesos y el otro con nada. Y debes escoger entre eso y un sobre con $50.000 seguros… Seguro te quedas con los $50.000. ¿Cómo lo ves? No tenías nada al principio y todo es ganancia.

¿Cuál es la enseñanza?:

Antes de dejarte ganar por la emoción, sea miedo a arriesgarte o amor por la adrenalina, es mejor poner la situación en una balanza y estar consciente de lo que puedes ganar o perder con cada decisión.

3. El precio como señuelo:

Muchas veces tomamos decisiones irracionales por nuestras percepciones del precio. Por ejemplo, el precio funciona como un indicador de calidad (si es caro es bueno, si es barato no es tan bueno).

Ejemplo:
El precio puede hasta tener consecuencias físicas, como en un experimento de Dan Ariely, experto en economía conductual, donde les dieron a los participantes una bebida que ayudaba a la agilidad mental… ¿Adivina qué? Los que se tomaron el producto con descuento tuvieron resultados peores que quienes se tomaron el producto sin descuento.

¿Cuál es la enseñanza?:
¡No todo lo que brilla es oro! Evita dejarte llevar por las apariencias del precio y mejor analiza el valor de lo que vas a comprar. ¿Cuántos tesoros hemos dejado pasar por desconfiar del precio?

4. Optimismo y sobreconfianza:

Nos controlan sentimientos que nos hacen muy optimistas. Puede que el coaching diga lo contrario, pero el exceso de confianza puede no ser tan bueno en las finanzas.

Ejemplo:
Entre los inversionistas, el exceso de confianza representa riesgos grandes.

¿Cuál es la enseñanza?:
En nuestro día a día nos pasa cuando nos emocionamos y gastamos más de lo que tenemos… Confiamos en que podremos pagarlo en el futuro podremos pagarlo. ¡Te ha pasado! ¿Cierto? Es chévere vivir con el corazón en la luna, pero no sueltes el Excel

5. Dimensiones temporales:
Muchas veces preferimos definir algo en el presente… Es difícil para nosotros ver el horizonte.

Ejemplo:
Preferimos recibir $100.000 ya mismo que $110.000 en un mes. Pero aquí está lo raro: si nos ofrecen $100.000 al año, pero $110.000 al año dentro de un mes, no tomamos la misma decisión.

Aunque solo hay un mes de diferencia, estos valores cambian con el tiempo. Es decir, no son lo mismo $10.000 ahora, que lo que fueron hace 10 años.

¿Cuál es la enseñanza?:
Algunos estudios han demostrado que al vernos con canas, aceptamos más fácil que el ahorro debe empezar hoy

Tómate una selfie y vuélvela viejit@ con FaceApp… Luego pregúntate: ¿cómo vas a cuidar a esa persona en temas de plata?

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La próxima vez que abras la sección de noticias sobre economía, no te dejes enredar por los gráficos, indicadores y palabras raras. Detrás de todo eso, estamos los seres humanos y nuestras emociones.

Ya lo dijo mejor Bobby Kennedy al hablar del PIB (una de esas palabras típicas de la economía): “El PIB puede medir todo, salvo esas cosas que hacen que valga la pena la vida”.

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En Nequi queremos seguir hablando sobre economía, pero no en chino… Preferimos conversar contigo en español

¿Hay algún tema que te gustaría entender mejor para aplicarlo a tu día a día?

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