Hay que ser justos con la prima: le llega a l@s emplead@s justo 24 horas antes de que empiecen los momentos donde más se gasta, por ejemplo: las vacaciones. Y en ese contexto, es difícil gastarla o invertirla de forma racional.
Pero es importante tener en cuenta que la prima nos puede servir para mucho más que para unos coco locos en la playa. Puede ser la semilla para empezar un ahorro o un negocio, o hasta un empujón para vivir más tranquil@s el resto del año. La prima es un aliado y aquí te van algunos consejos para darle un buen fin:
Invierte
- Si tienes pocas culebras y tienes claro tus gastos, lo que deberías hacer con tu prima es invertirla apenas te llegue (ojo con los microgastos).
Una manera de invertir es hacerlo en un pequeño negocio o actividad freelance que tengas. ¿Qué necesitas en esos negocios alternos? Invertir es poner a trabajar la plata, en lugar de trabajar para ella. Ahora, si no tienes claro en qué invertir, puedes abrir un CDT o poner tu plata en un fondo de inversión.
Formación
- Otra forma de invertir es formarte en algo que te pueda traer más plata en el futuro, y felicidad…por supuesto. Por ejemplo, en una certificación de un área específica de tu trabajo, o en un curso de actualización. E incluso, aprendiendo un segundo idioma. Hacer pequeñas inversiones educativas es tu maletín al futuro.
Salir de deudas, pero solo esta vez
- Si estás muy enculebrad@, si gastaste mucho porque tuviste imprevistos, tal vez lo mejor que puedas hacer con tu prima es salir de esas culebras, pagar y quedar en paz con el mundo. Eso sí, recuerda: si cada semestre le dedicas tu prima a salir de deudas que se generaron por gastar más de lo que ganas, será difícil que progreses con tu plata. Paga esta vez y abróchate el cinturón pa’ la próxima.
Pequeño premio
- Aunque vayas a invertir tu plata en educación, en un negocio o en pagar una deuda, trata de sacar 20% de tu prima para comprarte “ese gustico necesario”. Prémiate por haber llegado en pie de lucha a mitad de año. A veces, entre tanto propósito de ahorro se nos olvida que la vida es ahora y no dejamos nada para motivarnos/premiarnos/darnos moral.
No gastes sin propósito
- Si has decidido que te vas a gastar la prima en fiesta, que sea una decisión consciente. Lo mismo si has decidido invertirla. Pero lo peor que le puede pasar a una prima o a un sueldo es que se vuelva plata de bolsillo, que se gaste en esas cosas de las que no tienes control.
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¿Yo a qué hora me gasté esa prima? Es una pregunta que no deberíamos hacer. Finalmente nosotros trabajamos para conseguirla. Démosle un propósito a esa plata y hagamos que todo valga la pena.